Los recursos son mucho más que simples herramientas: son fuentes esenciales de fuerza que nos ofrecen estabilidad y apoyo, tanto en tiempos difíciles como en la vida cotidiana. En el acompañamiento sensible al trauma, los recursos desempeñan un papel central, ya que nos ayudan a regular nuestro sistema nervioso y mantener el equilibrio emocional. Fomentan nuestro bienestar, fortalecen la autoregulación y nos permiten vivir en armonía con nuestras necesidades. Pero, ¿qué son exactamente los recursos y por qué son tan importantes?
En este artículo descubrirás qué son los recursos en el coaching y en el acompañamiento sensible al trauma, qué tipos de recursos existen y cómo puedes activarlos para enriquecer tu vida.
Los recursos son fuentes de poder internas y externas que nos ayudan a desarrollar presencia y autonomía. Nos permiten sentirnos seguros y estables, y nos ofrecen apoyo en momentos difíciles. Los recursos actúan a nivel físico, emocional y mental, y pueden estar anclados en diferentes áreas de nuestra vida: dentro de nosotros, en nuestro entorno o en nuestras relaciones con los demás.
Las personas que han vivido experiencias traumáticas a menudo tienen dificultades para acceder a sus recursos, ya que su sistema nervioso permanece en un estado de alerta constante. Por eso, activar los recursos es clave, ya que nos ayuda a regular nuestro sistema nervioso y a interrumpir el ciclo de ansiedad y sobrecarga emocional.
Los recursos se pueden dividir en tres categorías principales, que contribuyen de diferentes maneras al bienestar:
1. Recursos internos
Los recursos internos son aquellas fuerzas que están profundamente arraigadas en nosotros. Incluyen habilidades, fortalezas, recuerdos y creencias internas que nos ayudan a sentirnos estables y capaces de actuar.
Ejemplos de recursos internos:
– Recuerdos positivos que nos transmiten seguridad y esperanza
– Fortalezas y talentos que nos permiten enfrentar desafíos
– Sensaciones corporales agradables, como calor o ligereza, que nos conectan con el momento presente
2. Recursos externos
Los recursos externos son aquellos que están fuera de nosotros, pero que de todos modos tienen un impacto positivo en nuestro bienestar y calidad de vida. Pueden ser la naturaleza, actividades o experiencias sensoriales que nos brindan energía y alegría.
Ejemplos de recursos externos:
– Experiencias en la naturaleza, como paseos por el bosque o junto al mar, que calman la mente
– Música, que nos conmueve emocionalmente y alivia el estrés
– Actividades recreativas que nos brindan placer, como el arte, el deporte o cocinar en compañía
3. Recursos relacionales
Las relaciones con otras personas son también una fuente valiosa de apoyo y bienestar. Los recursos relacionales nos ayudan a sentirnos conectados y a encontrar respaldo en momentos difíciles.
Ejemplos de recursos relacionales:
– Familia y amigos, que nos brindan comprensión y apoyo
– Terapeutas, coaches u otros acompañantes profesionales que nos ayudan a activar y fortalecer nuestros recursos
– Comunidades o redes sociales que nos ofrecen sentido de pertenencia y seguridad
En el acompañamiento sensible al trauma, muchas personas tienen dificultades para acceder a sus recursos, ya que su sistema nervioso permanece en un estado constante de alerta. Esto puede generar un ciclo de sobreexcitación o hipoexcitación, lo que dificulta la sensación de seguridad y estabilidad.
Aquí es donde los recursos desempeñan un papel fundamental: ofrecen la oportunidad de regular el sistema nervioso mediante la activación de las fuentes de poder que nos ayudan a relajarnos y estabilizarnos. A través de la activación de los recursos, podemos aumentar nuestro autoconocimiento, nuestra alegría de vivir y nuestra resiliencia.
El acompañamiento sensible al trauma trabaja con los recursos para ayudar a las personas a reconocer y activar sus fuerzas internas. Este es un paso crucial para manejar los desafíos de la vida y encontrar estabilidad emocional.
La activación de los recursos es un proceso consciente que se puede utilizar tanto en la vida cotidiana como en el acompañamiento terapéutico. Aquí te comparto algunos pasos para activar los recursos y fortalecerlos en tu vida:
Tip: Incluso los patrones «negativos», como la evitación, pueden verse como mecanismos de protección que tienen su valor en ciertos momentos. La clave está en reconocer y usar esa fuerza de manera positiva.
Para incorporar los recursos de manera efectiva, no solo debes comprenderlos mentalmente, sino también experimentarlos físicamente. Aquí tienes un ejercicio para hacerlo:
Los recursos son mucho más que conceptos útiles: son la base para una vida más equilibrada y autónoma. Nos proporcionan seguridad, estabilidad y perspectiva en tiempos difíciles, y nos permiten centrarnos en lo positivo. En el acompañamiento sensible al trauma, los recursos son esenciales para regular el sistema nervioso y encontrar estabilidad emocional.
¿Ya has descubierto tus recursos? Si necesitas ayuda para construir y activar tu red personal de recursos, estaré encantada de acompañarte. Escríbeme para una consulta inicial y juntos fortaleceremos tu fuente interna de poder.